El “Real Agasajo”

En los vibrantes callejones de una ciudad que nunca duerme, nació una banda cuyo sonido ecléctico resonará en los corazones de quienes buscan algo más que música convencional. Con una fusión única de rock, funk y jazz, El Real Agasajo se formó en los albores del nuevo milenio, cuando cuatro jóvenes músicos se encontraron con la determinación de hacer vibrar al mundo con su música ecléctica.

Cristian Mollet, dotado de una voz seductora y un bajo enérgico, lidera la línea de bajo y aporta letras profundas que exploran los rincones más oscuros de la vida urbana. Con su presencia magnética en el escenario, lleva al público en un viaje emocional a través de las calles iluminadas por neón y los callejones sombríos.

Hugo, el alma rebelde de la banda, combina su voz distintiva con los acordes de su guitarra para crear un sonido único que fusiona el rock con el funk de una manera inesperada y emocionante. Su carisma y energía contagiosa encienden la chispa que impulsa a la audiencia a dejarse llevar por el ritmo frenético de la música.

Emmanuel Salas González, el genio detrás de la guitarra líder, trajo consigo un talento innato y una pasión desenfrenada por los riffs ardientes y los solos virtuosos. Inspirado por los grandes del rock y nu metal como “Mike Einziger-incubus” (Efectos) / “Mark Tremonti-Alter Bridge”(solo de guitarra) / “Kirk Hammett” (solo de guitarra) entre otros importantes en del rock pero no menos importantes. Es como estos inspiran a sus dedos ágiles que dan vida a melodías que cautivan y emocionan.

Carlos Murga, el maestro de la percusión, es el motor que impulsa el sonido característico de El Real Agasajo. Con su estilo innovador y su técnica impecable, infunde cada canción con un ritmo contagioso que hace imposible resistirse a mover los pies.

Juntos, estos cuatro talentosos músicos han creado un repertorio de canciones que reflejan la diversidad y la intensidad de la vida en la gran ciudad. Desde himnos de protesta como "Mundo en Llamas" hasta odes al placer hedonista como "Dr. Funk", pasando por reflexiones melancólicas como "Noche de Bodas" y "Llorar y Llorar", cada canción es una ventana a las emociones y experiencias que definen la existencia humana.